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De Paciente a Promotor: El Camino de Sanación, Crecimiento y Retribución de Brian

La historia de Brian comenzó a los ocho años, cuando una fiebre alta le provocó graves problemas de movilidad. Su familia recurrió a la Fundación Global Healthworks (GHF) como último recurso y encontró atención, comunidad y esperanza.

Con tratamiento y apoyo constantes, Brian recuperó su fuerza, confianza y propósito. Once años después, es promotor de salud de GHF y ahora estudiante de enfermería, proveyendo la misma atención que antes recibía. Su trayectoria refleja la esencia de la misión de GHF: Estar Bien. Saber Más.

📸 Lea la historia completa a continuación, que incluye galerías de fotos.

De Paciente a Promotor: El Camino de Sanación, Crecimiento y Retribución de Brian

Cuando Brian Hernández llegó por primera vez a una clínica de la Fundación Global Healthworks (GHF) en Quiché, Guatemala, tenía solamente ocho años. Sus padres lo trajeron después de que una fiebre alta y prolongada le causara síntomas similares a los de la parálisis cerebral: rigidez, dolor y movilidad limitada en brazos y piernas. Ya no podía caminar sin molestias, ni escribir sin frustración. La escuela se había convertido en una lucha diaria. Su familia, tras agotar todas las opciones locales, había hecho todo lo posible por encontrarle atención médica, pero no tuvo éxito.

Pero, desde el momento en que él entró en la clínica, vimos potencial. Vimos a un niño con ojos brillantes, un corazón abierto y un cuerpo que simplemente necesitaba el apoyo adecuado.

La Sanación Comienza con la Bondad

Brian se convirtió en un paciente habitual de nuestras clínicas móviles. Sus tratamientos incluían acupuntura, masaje terapéutico, terapia de calor con moxibustión, ejercicios de movimiento corporal, y, lo que es igual de importante, educación. Desde el principio, invitamos a sus padres a participar en el proceso de sanación. Los capacitamos sobre terapias sencillas que podían practicar en casa, les brindándoles las herramientas para apoyar el progreso de Brian día a día.

A eso nos referimos cuando decimos, "Estar Bien. Saber Más". En GHF, no solo brindamos atención médica, sino que también educamos. Llegamos a las comunidades que más nos necesitan, y compartimos conocimientos para que la recuperación de su salud pueda continuar incluso después de la partida de nuestro equipo médico.

Con el tiempo, la condición de Brian comenzó a mejorar. Con cada visita, los pequeños avances se acumulaban. Su cuerpo se movía con más libertad. Se reía más. Podía participar en actividades extraescolares y convivir con otros niños, algo que antes era inimaginable debido a su dolor.

Antes, nada ayudaba", compartió su madre entre lágrimas.
Pero ahora es diferente. Estudia. Juega. Él es más feliz”.

De Recibir Atención a Proveerla

A medida que Brian se fortalecía, también lo hacía su confianza. Con el tiempo, empezó a preguntar cómo podía ayudar durante los días de tratamiento. Un día, entró con una sonrisa y preguntó:

"Doctor Dan, no tengo clases esta semana, ¿cómo puedo ayudar?”—ofreció.  

Ese momento—verlo pasar de paciente a participante—fue inolvidable.

Todavía recuerdo la primera vez que lo vi aplicar un tratamiento. En la misma sala donde una vez se sentó —ansioso, pero comprometido, con el cuerpo rígido por la incomodidad e inseguro de lo que la sanación requeriría— ahora se encontraba seguro, con los pies en la tierra y plenamente presente, ofreciendo ese mismo cuidado a los demás.

Hace once años, a Brian le costaba sostener un lápiz.  Ahora conduce una motocicleta hasta nuestra clínica, agarrando el timón con las mismas manos que antes apenas podían extender. No soy fan de las motocicletas, pero cada vez que me lo imagino, no puedo evitar sonreír.

Esa imagen siempre me acompaña. Hoy, Brian tiene 19 años. Se destacó en la escuela y completó su formación en nuestro programa de promotores de salud juvenil. Ahora ayuda a proveer los servicios de salud con los equipos de la clínica móvil de GHF. En las mismas salas de tratamiento donde antes recibía atención, ahora pueden encontrar a Brian proveyendola: aplicando acupuntura auricular con suavidad, administrando terapia de calor con moxa, usando un masaje terapéutico Theragun, y escuchando atentamente a nuestros pacientes. Ahora está llevando ese compromiso aún más lejos: se inscribió en un programa de enfermería.

Para mí, como fundador y director ejecutivo de la Fundación, esto es lo que hace que todo valga la pena. Estoy increíblemente orgulloso de Brian, no solo por lo lejos que ha llegado, sino por la forma en que ha decidido contribuir. Es un ejemplo viviente del impacto de una atención compasiva y sostenida, y un hermoso ejemplo de lo que significa retribuir a los demás.

Transformando Los Servicios de Salud con Bondad y Compasión

La historia de Brian es solo una entre muchas, pero refleja en gran medida lo que representa GHF. Creemos en transformando los servicios de salud con bondad y compasión. Creemos que la sanación no es transaccional, sino relacional. Comienza con el tacto informado, la confianza y la conexión humana. Se extiende cuando las familias se empoderan, cuando los jóvenes asumen el liderazgo y cuando las comunidades se convierten en parte de sus propias soluciones.

GEl trabajo de GHF se basa en un principio rector:
           Todos estamos unidos en nuestra humanidad.

Creemos que, sin importar de dónde vengas, sin importar tu idioma o tu paisaje, la atención médica debe basarse en la dignidad, la amabilidad y el respeto mutuo.

Ya sea ayudando a un niño a dar sus primeros pasos sin dolor, capacitando a un padre en terapia en el hogar o viendo a un ex paciente avanzar como sanador, estamos orgullosos de defender nuestra misión:  
 Estar Bien. Saber Más.

El camino de Brian nos recuerda que la sanación, cuando se comparte, se transforma. Comienza con un simple acto de cuidado y se convierte en parte de una cadena de sanación.

La historia de Brian es un bello ejemplo de lo que retribuir a los demás.

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